domingo, 20 de febrero de 2011

CATEQUESIS DE FEBRERO

EL ESPÍRITU SANTO ALMA DE LA IGLESIA:


Esto significa que, como el alma en el cuerpo, el Espíritu es el principio del ser y de la vida de la Iglesia. Él es quien mantiene unidos los miembros entre sí y con Cristo. Él está enteramente en la Cabeza del cuerpo místico y está también enteramente en los miembros del cuerpo místico. Él quien asiste a la jerarquía en el ministerio de la enseñanza, en la acción pastoral y en la función sacerdotal. Él es quien con su gracia estimula e inspira toda acción saludable de los miembros. Sin embargo, el Espíritu no forma un único ser con la Iglesia. El Espíritu es el principio vital activo de la Iglesia. Hay una unión de alianza entre el Espíritu y la Iglesia, cuyo fundamento permanente es la voluntad y la fidelidad del mismo Dios.

La Iglesia, "nueva comunidad fraterna" constituida por Cristo resucitado a través del don de su Espíritu, es el signo profético de esta acción universal del Espíritu de Cristo a través del mundo. Tiene la misión de "iluminar a todo el orbe con el mensaje evangélico y de reunir en un solo Espíritu a todos los hombres de cualquier nación, raza o cultura" (92,1). Para promover la fraternidad universal humana de la que ella es signo, quiere entrar en diálogo sincero con "todos los que creen en Dios y conservan en el legado de sus tradiciones preciados elementos religiosos y humanos", confiando en que este diálogo "nos mueva a todos a recibir fielmente los impulsos del Espíritu y a ejecutarlos con ánimo alegre" (92,4).



PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:


1. ¿Qué significa en mi vida de cristiano la Iglesia?

2. ¿Siento que formo parte del Cuerpo de Cristo (Iglesia) o pretendo vivir mi fe de manera individual?

3. ¿Me siento unido como miembro de la Iglesia a su Cabeza, es decir, a Cristo?

4. ¿Pienso en la Iglesia como una realidad que me une a Cristo?

No hay comentarios: